viernes, 21 de diciembre de 2012

NOCHES DE BULERÍAS


   Esta poesía la escribí en 6º de Agrónomos inspirado en una granadina de mi clase llamada Inés Santana.
  Si la memoria no me falla, recuerdo que me quedaban 3 o 4 días para el primer parcial de Zootecnia de 6º de Agrónomos y ese día tuve que ir por la mañana al Hospital Clínica La Moncloa a cuidar de mi madre que llevaba tiempo ingresada allí a consecuencia de un cáncer que sufría desde hacía 5 años y que el 20 de julio del 2000 tendría su fatídico final.
Me senté a estudiar en un butacón que tenía la habitación y de pronto mi madre me empezó a contar historias de mi niñez, me cantó la nana que me cantaba de bebé. Entonces ante tanta belleza en la conversación de mi madre dejé los apuntes en el suelo y decidí no estudiar y disfrutar de ese momento tan especial. Me habló de tantas cosas, de lo que sufría cuando en mi adolescencia era tan tímido con las chicas, de cuando mi primo José Javier me iba a presentar a Mónica, la primera chica de la que me enamoré y cogí y de la vergüenza me fui nadando  hasta el fondo del mar en Santa Pola. Nos reímos mucho recordando todas la travesuras que hacíamos mis amigos y yo en la playa, como las dobles filas de hoyos que escavábamos dentro de la mar y caían la gente como chinches.
Luego vino una hermana de mi madre a cuidarla y yo me fuí a la biblioteca de la Facultad de Periodismo de la Complutense para seguir estudiando con mis compañeros que allí estaban. Duré muy poco estudiando, me di cuenta que no llegaba a tiempo al exámen, así que decidí dejar la asignatura para junio y empezar a prepararme otra materia.
A la hora me fui a casa y allí me llegó el duende de la inspiración de golpe con una virulencia que no había sentido hasta entonces. Me puse un cd de Camarón que tenía mi padre titulado Castillo de Arena y la primera bulería llamada Samara me cautivó tanto que no pude dejar de escribir hasta que terminé la poesía.


Ahora que recuerdo esta historia desde la lejanía te das cuenta que en la vida a veces hay que dar dos pasos para atrás para dar uno para delante. En junio aprobé todas las materias de 6º de Agrónomos y cumplí el sueño de mi madre de que antes de morir quería ver a sus dos hijos con su carrera terminada. Mi hermana ya había terminado hacía dos años la carrera de Administración y Dirección de empresas de 4 años. Mi carrera era una ingeniería con el plan antiguo por lo que duraba 6 años. La empecé en 1993 y la terminé en el 2000 a un mes del fallecimiento de mi madre.
Nunca he odiado, ni le he echado las culpas a Dios por la enfermedad tan larga y la muerte de mi madre. NUNCA. Pero también es cierto que nunca he entendido la muerte de mi madre, una mujer tan sana, tan buena y alegre.
Recuerdo que el verano de 1994 lo tuve que pasar en Madrid en casa de mi tía Manoli para prepararme Cálculo Infinitesimal de primero en la Academia Rufo. Mis padres y mi hermana se fueron como siempre a veranear a Santa Pola.  Yo era la primera vez en mi vida que fallaba a mi cita playera. Desde los 2 añitos iendo a Santa Pola.
Estudiaba 8 horas al día la materia más dura de la carrera. Iba tres días a la academia. Trabajé duro para conseguir el aprobado.
Llegó septiembre y mis familia regresó a Madrid y a los pocos días mi madre se retorcía de dolor en el suelo. Eran unos dolores insoportables en sus partes. Mi padre rápidamente la llevo a La Clínica Moncloa donde le  hicieron las oportunas pruebas un confirmaron que tenía un tumor maligno en los ovarios.
Yo estaba en mi habitación cuando mi padre entró y me lo contó. Recuerdo que me quedé en mi habitación solo y me hundí. ME HUNDÍ. Por esa época en el 93, el cáncer estaba asociado a muerte casi segura. Yo solo tenía en mi mente aquel hombre que vi de pequeño cuando entré en un hospital que parecía como una pajarito. Le pregunté a mi madre que le pasaba y me dijo tiene cáncer.  En el 2000 volví a ver a ese pajarito reencarnado en el cuerpo de mi madre.
Me faltaban 5 días para el examen de cálculo y no tenía fuerzas para seguir estudiando. Pero al día siguiente una luz penetró en mi corazón una fuerza que levantó de la cama y me puse a estudiar aún con más fuerza e ilusión. Tenía que aprobar por mi madre para que ella no se sintiera culpable de mis suspensos en mis estudios. Así que, le di el último repaso a la materia. A mi madre la operaron dos días antes del exámen y recuero que unas horas antes del exámen fui a visitarla al  Hospital de Ciudad Universitaria me dio un beso y me deseo suerte. Fui supero motivado al exámen. APROBÉ CON UN 5 LA MATERIA MÁS DIFÍCIL DE LA CARRERA y desde ese día fui cada vez mejor estudiante. Estudié y estudié por mi madre y me saqué la carrera en 7 años  y yo se que ella LUCHO Y LUCHO con alegría durante su enfermedad para que a nosotros nos afectara en los estudios. Los médicos alucinaban con mi madre con la alegría y la manera de llevar su enfermedad. Hasta los animaba a ellos cuando nada había que hacer para que siguieran intentándolo.
Aquí os dejo la poesía en cuestión:
                                
                                        NOCHES DE BULERÍAS
                                              Autor: José Carlos Díaz-Meco López

              Ayer nació una reina mora
         Reina mora de la monería
         Y bajo la noche de sus ojos negros
         La cantan por bulerías
         Una nana, las palomas en la Alhambra
         Y en Sierra Nevada
         Hasta la blanca nieve se derrite
         Para poder bajar a acariciarla.
         La pusieron por nombre Inés Santana
         Reina mora y fuente cristiana.
         Ay Inès, ay Inès
         Por beber de tus manos agua clara
         Hasta Boabdil te entregó las llaves de Granada
         Y rendidita, ay rendidita me tienes el alma.

         Ay que belleza tiene Sevilla en sus calles
         Adornada con naranjos de azahares.
         Ay que belleza tiene mi niña en su cara
         Que hasta Miguel Ángel le pintó lunares.
         Ay lunares, lunaritos del Rocío
         Tiene mi niña en su cara un vestido
         Y pobrecito su Ángel de la Guarda
         prendao ha quedado de su falda.

         Desde aquel amanecer
         Ya no soy el que era
         Desde aquel amanecer
         Por culpa de una molinera
         Ya no soy el que era
         Mi corazón siempre en vela.
         Y desde aquel amanecer
         Ya no pego ni ojito
         Desde aquel amanecer
         Por culpa de tus ojitos
         Ojitos del buen café.
         Y desde aquel amanecer
         Ya no soy el que era
         Mis ojitos llenos de ojeras
         Por culpa de una molinera
         Molinera del buen café.

         Mi niña
         Tiene los ojitos negros
         Negros como el carbón,
         Por eso este año seré malo
         Para que me los traigan
         Los Reyes Magos.

         Tengo dos chispas
         Bordadas en mi mente
         Dos estrellas de oriente
         Que me guían cada Navidad
         Aquel bendito Portal.

         Mi niña
         Tiene dos ojitos negros
         Que son la brisa de mis suspiros
         Que son cuna donde duermen los rayos de luz
         Cuando los abanica
         Con ese salero andaluz.

         Mira si son tus ojos bellos
         Cantó el gallo de madruga.
         Mira si son tus ojos bellos
         Que me hablan en sueños
         Y a cada golpe de castañuela
         De tus pestañas flamencas
         Me despierto, ay niña, me despierto
         No se si en la tierra o en el cielo.

         Me llaman loco porque la veo
         Todas las noches también de día
         Me llaman loco porque por bulerías
         Le recito versos y aullidos de lobo
         Y es que mi niña tiene un brillo en sus ojos
         Donde siempre hay luna llena
         Tiene por ojos dos mares
         Donde desemboca y se ahoga mi pena. 

         Ay pena penita pena
         María Magdalena
         ¿Quién fuera águila real?
         Para alcanzar su  mirar
         ¿Quién fuera luna llena?
         Para producir su eclipse solar.

         Mañana por la mañana
         Oirás el repicar, el repicar
         De la campana de mi garganta,
         La oirás gritar mi pesar
         Por solea mi llorar,
         Porque ¿Cómo puede haber ateos?
         Si tus ojos son las Puertas del Cielo.
         Por eso no te enfades niña mía
         Si te miro con devoción
         Pues dentro de esos ojitos negros
         Vive mi madre la Virgen María.

         Ay Señor
         Tú que moriste por mis pecaos
         Ay Señor
         Déjame ser hoy tablao, ser tablao
         Del madero de tu costao
         Para que el taconeo de mi niña
         Sea alivio de tus heridas
         Pues mi niña baila por bulerías.

         Tengo dos espinas
         Clavadas en mi alma
         Cada vez que ella me mira
         Pues no se leer el pentagrama de su mirada.
         Si tiene un solfeo en sus ojillos
         Que me desconcierta
         Si tiene dos acertijos
         Que no se si son botijos vacíos
         Simple cortesía
         O llenos de amorío
         Por mi y mi alegría. 
        
         Yo tenía un trigal
         A orillita del Guadiana
         Y una amapola a la que con ternura amaba,
         Y a orillita de sus raíces mi alma se enredaba.
         Ay, maldita amapola
         Me dejaste el alma rota
         Y que desgraciadito fui por estar contigo
         Pues mi alma no volvió a dar trigo.
         Dios roza pero no quema
         En sueños me dijo una gitana canastera
         Mientras recogía un ramito de piropos para la Macarena.
         Dios aprieta pero no ahoga
         Y le pidió para mí una rosa,
         Y al despertar llegó a mi trigal el aroma
         De los pétalos de tus labios
         Y el trigo al molino de mi patio,
         Por eso tus labios quiero cuidarlos
         Besarlos toditos los días al alba
         Yo jardinerito de Granada
         Que no se agote Señor el vino de las bodas de Cana
         A ver si a mi niña los labios se le van a marchitar.

         Ay dolor, maldito dolor
         Mala hierba del amor
         Que germina cuando llueve
         La ausencia de su resplandor.
         Pero mira si florecen en su presencia
         Alegrías en mis días
         Que toditos de romería
         En esos ojillos de Mayo
         Donde yo rezo el rosario
         Donde cada pestaña es un misterio
         Donde se apacigua mi calvario. 

         Un trocito de barro
         Sonriendo en un reflejo de un charco
         Amarrado a buen puerto un barco
         Y una mariposa jugando en tus labios.
         Por un beso de barro
         Un joven ensucia su traje de encargo
         Por un trocito de barro
         Jugando en un trocito de charco.
         Por un beso en tus labios
         Una mariposa jugando en un trocito de charco
         Por un churrete en sus labios
         Un joven saltando en una carita de charco.
         Un trocito de barro
         Sonriendo en un reflejo de un charco
         Y un barco amarrado a tus labios.

         Mi niña
         Tiene unos ojitos negros
         Que hay que verlos para creerlos
         Y tiene unas pestañas
         Donde se rizan y columpian mis sueños.

         Mira si eres hermosa
         Que el día que tú naciste
         Se abrieron todas la rosas
         Pero también nacieron
         Todos los jardineros
         Para cuidar al rosal
         Que yo más quiero.

         Y mira si eres bella
         Que la parpadear
         Tus ojitos recitan poemas,
         Que al parpadear
         Tus ojitos bailan sevillanas
         En la Escuela toditas las mañanas.

         Y no mentiré cuando diga
         De que está hecha esta poesía
         Pues cada lágrima de estas bulerías
         Es un verso que derramaron tus ojos
         Y cada palabra que lloró mi pluma
         Es una lágrima de tinta tuya.

         Y a tu orilla
         Siempre a la orillita tuya
         Será tu influjo de luna
         Ó serán tus ojitos de bruja.
                   ¿Por qué tus ojos no me besan?
                   ¿Por qué tus labios no me miran?
                   ¿Por qué tus manos no me hablan?
                   ¿Por qué tú pelo mis manos no peina?
                      Cuando se enredan?
         Y aún así, a tu orilla
         Siempre a la orillita tuya
         Será tu influjo de luna
         Ó serán tus ojitos de bruja.

Otra de las canciones que me inspiró durante el proceso creativo fue:



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